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Normas éticas en la gestión legal

  • Foto del escritor: Angelina Angelov
    Angelina Angelov
  • 9 abr 2021
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 25 ene 2022

Hoy recordé a una profesora que me impartió clases de Ética. Mis expectativas antes de iniciar resultaron muy distintas a la experiencia en el curso de la asignatura. Leí las noticias y me recordé de nuestro proyecto inicial que era sobre escándalos corporativos que marcaron los inicios de este siglo, el caso de “Enron” y “WorldCom”. Luego recordé el proyecto final, en el cual había que elegir entre tres películas, “Gone Baby Gone”, “The Insider” y “Schindler’s List” para analizar los desafíos que experimentaban personas cuyos valores internos eran contrarios a lo que se esperaba que fueran sus actos. A veces me entristece observar que las noticias actuales, las de hace cinco, diez o veinte años atrás, son las mismas, cambian los actores, pero no los sucesos. No debe sorprendernos la cantidad de Leyes internacionales, locales, resoluciones y en derecho las normas de Ética que afectan el ejercicio y a los profesionales que de una forma u otra formamos parte del sector legal.


La ética es estudio de obligaciones morales y principios de conducta que puedan tener implicaciones legales. En los negocios a veces el bien común para los empleados, la sociedad o el medio ambiente pudiera ser contrario a los intereses económicos de los líderes, por lo que las conductas éticas implican recomendar acciones correctas con relación a los dilemas morales de los líderes.

Recordaremos las reglas que de manera específica afectan la administración de firmas de abogados a fin de minimizar los riesgos y aseguras los cumplimientos. Esas son el Código de Ética del Colegio de Abogados de la República Dominicana, pero más ampliamente nos apoyamos a las reglas de conducta profesional de ABA (American Bar Association).


El secreto profesional que aplica para los abogados se extiende a todo el personal que apoyan a los abogados en desempeño de sus funciones. Recordemos que los casos o incidentes con los clientes nunca deben ser discutidos con familiares o amigos. Al igual que los abogados, el personal administrativo puede tener acceso a las informaciones privilegiadas, cuales en ninguna circunstancia pueden ser reveladas o usadas en beneficio propio. Las excepciones a esa regla son para prevenir o mitigar un delito o fraude, para prevenir un gran daño o la muerte, cumplir con la orden judicial o si el cliente ha da su consentimiento. Es importante señalar que las normas aplican igual para clientes potenciales o pasados.


En octubre del 2017, el comité de ética y la responsabilidad profesional de ABA publicó la opinión formal sobre las responsabilidades de abogados para mitigar el riesgo de una eventual brecha de seguridad en caso de ciberataques, y los pasos a seguir, reafirmando el deber de notificar a los clientes en caso de que ocurra la violación de sus datos.

Entre las obligaciones del abogado o la firma de abogados es que no puede aceptar clientes nuevos cuyos intereses son adversos a los clientes actuales. Un abogado que anteriormente ha representado a un cliente no debe representar a otra persona en el asunto relacionado o en el que los intereses de esa persona son materialmente contrarios a los intereses del primer cliente.


En el curso de la representación, los abogados pueden recibir fondos para las gestiones que impliquen pagos de las obligaciones ante las instituciones públicas o a terceros. Una vez recibidos los fondos, los abogados o el personal administrativo, en su defecto, asignado para ese fin, deben notificar inmediatamente al cliente o la tercera persona y entregar sin demora los fondos. La Ley No. 155-17 Contra Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo incluye entre los sujetos obligados a los abogados y crea la figura técnica de oficial de complimientos que “deberá gozar de absoluta independencia y autonomía en el ejercicio de las obligaciones que se le asignan, y deberá garantizársele acceso irrestricto a toda la información que requiera en cumplimiento de las mismas”. Por tanto, cuando se trata de los asuntos financieros, también es la responsabilidad y la obligación conocer la procedencia de los fondos o el beneficiario final de nuestros servicios.


En cuanto a los honorarios, el código de ética del Colegio de Abogados recomienda que sean justos, acordes a la importancia y la cuantía de asistencia, entre otras cosas, pero las normas en EEUU prohíben las tarifas contingentes a resultado para los casos penales o casos de familia. Por ejemplo, en caso de un divorcio, está prohibido condicionar los honorarios al valor de pensión alimenticia, manutención o liquidación de propiedad.

La participación de los abogados en las organizaciones profesionales está permitida, siempre y cuando no participan en la toma de decisiones que sería potencialmente adversa con las obligaciones con sus clientes.


A veces surgen dudas en cuanto a la terminación de la relación profesional, la respuesta corta es que lo correcto es terminar una relación, si el cliente pretende utilizar los servicios legales para emprender una acción que el abogado perciba como criminal o fraudulenta.

Dependiendo de la cultura de la organización o la firma de abogados, puede variar el manual de complimientos, el código de ética, los controles, reportes y la cantidad de normas. Aunque las reglas brindan pautas en torno al alcance de representación, confidencialidad, conflictos y otros, es deber de los lideres modelar las conductas. También reforzarlas a través de entrenamientos, talleres individuales y grupales, presentar casos de dilemas morales para ayudar a las personas identificar valores y antivalores. La formación ética debe incluir los ejemplos para analizar las situaciones que forman parte de nuestro entorno, como ciertas conductas pueden llegar a afectar a nuestras familias, amigos, colegas e incluso a nuestra competencia.


Finalmente cabe señalar que contar con un código de ética es una pieza importante dentro del programa general de cumplimientos. Envía una clara indicación a lo interno, a los empleados y a lo externo a nuestros clientes. Inspira confianza, lo cual constituye un activo intangible, diferenciador y que a largo plazo puede contribuir positivamente a la sostenibilidad organizacional.


Angelina Angelov

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